Como si del ying yang se tratara, este mundo es cambiante, increíble y malvado al mismo tiempo, un dia nos ofrece el resplandor más inmenso y al día siguiente las tinieblas más adversas.
No existe una balanza del equilibrio en esta vida, siempre acaba cayendo hacia el lado menos propicio, hacia el lado tenebroso, hacia el lado de la oscuridad. Ese lado de incomprensión, de sensación abstemia de sentimientos, de la sinrazón y de la injusticia misma. Esa balanza que pensamos da equilibrio acaba desequilibrada. Cuando la mente y el alma proponen buscar soluciones, tu corazón pide explicaciones, pide dejar tu idealismo indefinido y dar paso al ser realista, y con ello ver la porquería en la que nos hemos convertido, en la que se ha convertido nuestra insolente vida.
No existe una balanza del equilibrio en esta vida, siempre acaba cayendo hacia el lado menos propicio, hacia el lado tenebroso, hacia el lado de la oscuridad. Ese lado de incomprensión, de sensación abstemia de sentimientos, de la sinrazón y de la injusticia misma. Esa balanza que pensamos da equilibrio acaba desequilibrada. Cuando la mente y el alma proponen buscar soluciones, tu corazón pide explicaciones, pide dejar tu idealismo indefinido y dar paso al ser realista, y con ello ver la porquería en la que nos hemos convertido, en la que se ha convertido nuestra insolente vida.
Pero ella, la vida, va tan rápido que no nos paramos a pensar en detenerla un segundo cuando la balanza se carga hacia el lado bueno, en detener el universo un instante, de detener el tiempo mismo. De llenar tu alma de un momento inolvidable, de mirar tu realidad, la realidad misma, sustraer la poca esencia jugosa que nos ofrece. Saborear ese jugo como si fuera el último instante de tu existencia. Si paras el tiempo, lograrás sentirte el ser más especial de este mundo, lograrás ver mas allá de los muros que nos interpone la vida, y que a veces, sólo a veces, son difíciles de cruzar.
Si saltas, si realizas el camino, obtendrás ese instante de equilibrio que todos necesitamos, dejaremos de sollozar, empezaremos a soñar.... aunque solo sea un instante.
"Creo en la vida eterna en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad". Dostoievski
Si saltas, si realizas el camino, obtendrás ese instante de equilibrio que todos necesitamos, dejaremos de sollozar, empezaremos a soñar.... aunque solo sea un instante.
"Creo en la vida eterna en este mundo, hay momentos en que el tiempo se detiene de repente para dar lugar a la eternidad". Dostoievski
No hay comentarios:
Publicar un comentario