lunes, 31 de octubre de 2011

4 años.

Hoy me despierto raro, sigue siendo raro el despertarse así, sin ti un día más, un vacío eterno... hoy es el día que más te echo de menos -aunque me levante pensando en ti todos los días del año-. Hoy he tenido la fuerza suficiente de poder escribirte, de poder hacerlo público, con lo introvertido que soy y tú mejor que nadie lo sabes. Hoy he decidido que no me importa, que no me importa hablar de ti.

 He decidido hacerte este pequeñísimo homenaje, sé que no me saldrán las palabras suficientes, pero ni el mejor escritor sabría poner que es lo que siento ahora, ni lo que llevo sintiendo estos años. Hoy me sigo sintiendo un niño, ese niño que era yo todavía aquellos días otoñales lluviosos y llorosos. Ese niño que sigue necesitando tus mimos, tus besos, tus caricias, tu ternura, tu forma de ser y el vivir por mi cada día. Cada letra que escribo es un desahogo del alma, unos nervios que se calman, unos recuerdos que me reviven y matan. Hoy todavía sigo pensando cómo pasó todo, cómo puedes dar un giro de 360 grados en días, en minutos, en segundos... creo que no me dio tiempo asimilarlo. 

Hoy han pasado 4 años, y mi recuerdo te persigue por cualquier rincón de mi vida, de  nuestra vida, porque tú siempre seguirás participando en ella. Se que nada es igual, nada volverá a ser igual. Sé que no podrás conocer la cara de mis hijos, ni a mi futura mujer, eso me mata. Pero sé que me guiarás en cada instante de mi vida, sabes que siempre te pido opiniones, que noto que siempre estarás conmigo y lo seguirás estando. Hoy me he levantado como hace cuatro años, apesadumbrado y muy mal, como si el mundo muriera, se deshiciera ante mi... doy pasos y pienso en que sigo viviendo, hay gente que me quiere muchísimo, sigo pensando en la felicidad -algo impensable antes- como momento efímero, sigo viviendo de una forma diferente a la de hace hoy 4 años. Puedo sonreir de nuevo y en parte gracias a esas personas que cada día me quieren un montón. Tú me hiciste ser quien soy ahora, con mis errores y mis aciertos, aunque nunca seré ni la mitad de buena persona seguro que fuiste tú. 

Aquí moriran mis palabras hoy hacia ti, pero vivirás en mi cada día, cada noche, seguiré sintiendo tu mano acariciandome aunque sea en sueños. 

Y llegará ese día en que nos volvamos a ver, porque volveremos a vernos... y en ese lugar lloraré de nuevo... pero esta vez de alegría por verte. Te quiero.




6 comentarios:

  1. Muy grande tu artículo Juanma, me ha encantado como has expresado lo que sientes. Un abrazo ;)

    ResponderEliminar
  2. Realmente muy grande. Me has hecho llorar! Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. muchas graciass de verdad lo he echo desde el corazon.

    ResponderEliminar
  4. Juanma los bellos de punta me has dejado.Mi enhorabuena pisha.no es facil escribir lo qe siente uno y lo has hecho desde el corazon.Un abrazo enorme

    ResponderEliminar